Bucéfalo
Bucéfalo
Llega mordiendo polvos agrestes del camino
donde el terror conquista grandes pasos de historia
combativa herradura, acerada de gloria
eleva por los aires su grandeza de equino
Ya el marcial caracol en relincho sordino
remece con hondura su magna narratoria
abrillantan sus crines laureles de victoria
y salvajes jarretes, su brillo diamantino
Negra bestia que en testa luces tu blanco trebo
Dime tú acaso, eres ¿Rayo, deidad, un rey?
- Yo soy ¡Fuego en los campos de sangría y recebo!
Soy el que cabalgando disciplina al demonio
¡Soy antifaz de muerte lumbrera y testimonio!
Soy de Alejandro Magno ¡Sus triunfos y su ley!
Beatriz Vicentelo
Tu poema no solamente está bien trabajado, sino que nos parece ver al caballo con sus crines erizadas correr tras de los persas que escapan en bandadas, y es que tienes ese don de imprimirle fuerza a tus poemas, de mostrar no el calor sino el rojo de la llama.
ResponderBorrarDicen que su padre, Filipo, lo cedió al ver que siendo un caballo semisalvaje, aceptaba con docilidad ser montura de su hijo Alejandro.
Bucéfalo es sin duda el caballo más famoso de la historia, por ser también el más conocido.
Qué más te puedo decir, cuando me has dado el gusto de leer un poema histórico que sobresale por donde quiera que se le mire.
Solo que es todo un lujo compartir contigo.
Un abrazo… Ernesto C.