La Última Batalla
La Última Batalla
Y ahora que la ojera pronunciada
pinta de plomo el rostro de la vida
y que marcadas grietas de sus cúmulos
nos jalan hacia abajo las pupilas...
Ahora que el esbozo de estaciones
marca ferrocarril último en vía
y que vertiginoso se acelera
entreabriéndose acíbares rendijas...
Ahora es, cuando escapa con el tiempo
la fortaleza cual si fuera arcilla
que sin ella..., ¡Hasta audacia se acobarda!
Y el hombre, sin salida. Con perdida
ubicación tendrá que, enfrentar
la batalla final que se avecina.
¡Y allá vamos! Acaso falta mucho
acaso poco, pero se aproxima
¡Guerreros somos, siempre lo seremos!
Con las llagas abiertas que lastiman
¡Con cayados quebrados de cansancio!
¡Con manos temblorosas que persignan!
Pero con el coraje de valientes
¡Que se muere de pie y no de rodillas!
Beatriz Vicentelo
Esa última batalla en la que muchos no quieren pensar, aunque es la más real de todas, la inevitable, la que no se puede soslayar porque nadie ha vencido la sombra.
ResponderBorrarMuy buena y descriptiva la primera estrofa, de ese momento en que se siente que algo nos derrumba sin importar la lucha que se le oponga, porque envejecer es lo normal, aunque muchos tratan de demorar ese lapso del proceso.
Este poema me luce claro y muy aleccionador, para no perder las perspectivas de la vida y hacia dónde vamos, como bien dices, aunque falte mucho a aunque falte poco.
Ernesto C.