Salomé

 Salomé


Lo soñaba en su noche enarbolada

sobre rocíos de hoja sensitiva

era su sueño, fuente compulsiva

en su sed lujuriosa encaprichada


Ya la gema brillante es opacada

en su vientre de sierpe inquisitiva

ya el candil con su luz resolutiva

cimbra una Salomé, hembra amañada


Se dio danza feérica insinuante

¡Con Herodías que urde amenazante!

Su cruel mefistofélica madeja


Y no podrán,  ¡Jordán ni la paloma!

Ni el tremor injusto que se desploma…

¡Frenar testa de Juan sobre bandeja!


Beatriz Vicentelo


Comentarios

  1. Excelente, has logrado encerrar en un soneto toda una trama y un crimen de la antigüedad, con hermosas metáforas y con palabras que sin dudar amplían mi diccionario mental.
    La historia de Juan tiene luego del suceso una mística distinta, una relación con lo oculto que viene desde el momento de su tragedia, como los mandeos, una secta que lo veía como el verdadero mesías, también con los templarios que adoraban una cabeza llamada Baphomet que en verdad nadie nunca vio, y por eso se ha especulo desde siempre de quien podía ser, y por los masones actuales por tener entre sus reliquias una calavera, al mismo tiempo que tenia a San Juan como uno de sus guías espirituales.
    En fin tu poema tiene mucha tela por donde cortar aparte de la belleza del mismo.

    Ernesto C.

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