¡Ah Juventud Mía!
¡Ah Juventud Mía!
Gustaba del amor de encrucijadas
tan igual a cruceros placenteros
amante de las horas desairadas
libre como los mirlos pasajeros
Y, a su paso rosas perfumadas
llenaban de deleite los senderos
fue engreída, halagada en sus radas
endulzada con besos marineros
¡Ah célebres salones de alegrías!
¡De champaña, de orquesta y de peonías!
Fiesta que se gozó y aún palpita
en sueños del hodierno con lucencia
mas, sempiterna va al ponto de ausencia
encimada en mi balsa cenobita
Beatriz Vicentelo
Hodierno:
Presente, moderno, actual
Lucencia: Claridad, resplandor
Ponto: Mar, océano, aguas
Cenobita: Ermitaña
ResponderBorrarLa juventud en tus bellos poemas, o la pérdida de ella tiene en tus poemas un lugar especial, como una resignación dolida por no haberla gozado más, y como en las poesías culteranas del barroco, no faltan en tus trabajos las expresiones significativas del lenguaje, las terminologías, los vocablos elegantes que parecen tejer de encajes tus poemas, tus sonetos que con una gramática de altura, siempre amplía como en mi caso los conocimientos.
Encantado de leerte.
Ernesto C.