Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
¡Ah carambas, qué analogías para determinantes!
ResponderBorrarBien dicen que en lo que escribimos nos damos a conocer. Con estas letras mi querido poeta, tú estás demostrando que esa dama te importa y te importa mucho; porque sencillamente cuando a uno no le importa determinada persona, se da media vuelta y no piensa en ella, ni para bien ni para mal; casi de inmediato la encaminó por la ruta del olvido. Y tú qué has hecho? Pues le dedicaste, sea con serpientes, con muertos, alimañas, cuatro ¡CUATRO ESTROFAS! 16 versos que para hacerlos la has tenido que EVOCAR! Bien dicen que el "pez cae por su propia boca" jaja
Como poema,. me gusta la analogía, la energía que infundes que se nota y se siente; y esa rara forma de gritarle que aún la quieres...
¡¡Bellísimo poema!!