Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Siempre quedo encantada y admirada con el final de tus versos; y éstos que estoy leyendo me producen una impresión por demás deslumbrante. La noche y la almohada, celestinas en nuestro amar constante, en nuestros secretos y sueños; y qué bien calificada la impaciencia ya que efectivamente no permite quedarnos tranquilos; sobre todo en el arte de amar donde uno ansía pronto respuestas, con todas nuestras pretensiones agitadas!
ResponderBorrar¡Belleza de imágenes que llegan con hondura y delicia!
Gracias mi admirado poeta!