Ebriedad del Beso
Ebriedad del Beso
Escancio el dulce vino que mi labio
procura
ambrosía de dioses que degusta mi
boca
con éter colombino, sutil encanto
enfoca
mareos purpurinos, que de placer
augura.
Y un beso de tu viña, con espejos de albura
cae con embriagado delirio que
trastoca
¡Es rebrote genuino con tanta
ebriedad loca!
Que en tus parras me pierdo… ¡Bacante
de ventura!
Soy abismo y altura; primavera en
otoño
¡Soy el áureo sarmiento con perlas de
rocío!
Que en célebre alambique, con cristal
entintado,
revienta sus ensayos arcillando
retoño
¡Soy dipsómano abrazo del beso tuyo y
mío!
Voceando beodo… ¡Su exceso enamorado!
Beatriz Vicentelo
Este soneto tuyo me encanta porque lo leo sin detenimiento, lo leo con la naturalidad de quien contempla una rosa, una de Nueva Zelanda, donde me cuentan que hay rosales que brotan sin espinas, y me gusta porque no pierde tu carácter, tu manera fogosa de darle forma a un poema, de levitar tus ansias y de abrir tu alma, clamado como Goethe por mas luz.
ResponderBorrarMe gustó, repito.
Ernesto C.