Eterna Pregunta

 Eterna Pregunta


Cuando se yergue el polvo de la saña

tras el paso del odio insatisfecho

desde su honda raíz hasta montaña

la tierra enferma con dolor de pecho


Pero imbuido en su ley, el hombre amaña

agrediendo con fuego, sangre, su lecho

¡Sorda maledicencia de su entraña!

Se rebela a igualdades de derecho


¿No se nació en el mismo lar de tierra?

Y al morir ¿no es el mismo hoyo que entierra?

¿No es misma vida acaso que los junta?


Y llora Dios con llanto tan humano...

¡Con la repetición de esa pregunta!

Caín  ¿Qué es lo que haces con tu hermano?


Beatriz Vicentelo


Comentarios

  1. Y lo más triste es que no hay cambios, es como si la maldad de unos y otros fuera un sello, un estigma en los corazones humanos, son lo que se conoce como pecados capitales.  La lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y la soberbia, los pilares donde parecen apoyarse las intenciones humanas, y que han causado tantos males desde el génesis.
    Un poema filosófico profundo, uno que pone el dedo en la llaga y nos muestra una realidad que no se puede ocultar, porque es constante, y tu final es un final de antología, y tu poema para meditar, para preguntar, sin encontrar repuestas.
    Los cátaros creían que la tierra junto con los humanos no eran obra de Dios, sino del diablo, y por eso fueron perseguidos y quemados por la iglesia.

    Buen poema para una reflexión.

    Ernesto C.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Inteligencia

Amor Tardío

Luperca