Cantaba...

Cantaba alegre por aquellos valles
donde la vida salpicaba en risas
y en las flores brillaban los detalles
de mil perfumes navegando en brisas.
 
El sol radiaba con su disco de oro
saludaban las nubes horizontes
y su canto era un himno que sonoro
repicaba en el verde de los montes.
 
Era la vida que tocaba dentro
haciéndola vibrar en emociones
como si todo recordara un centro
feliz donde adorar tres corazones.
 
Y así llegó sintiendo aquella llama
a su lugar tranquilo aunque remoto
pero al volar buscando aquella rama
tan solo contempló...su nido roto.
 
Ernesto Cárdenas.

Comentarios

  1. ¡Ay no, qué triste! El final poeta es lastimero como impresionante! Y bueno, en ello se basa también la poesía dado que su principal objetivo es llegar al público lector; y ciertamente que lo has conseguido y con creces, porque me hiciste dar un respingo.

    SENSACIONALES letras!
    El principio es como un arrullo, el despertar que es el final es tremendo!
    Me encantó... y claro que sí, hasta ahora no salgo de mi asombro jaja Y lo he leído dos veces!
    Felicitaciones Ernesto!
    ¡Grandioso poema!

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