Michelangelo Merisi (Caravaggio 1571—1610)
Desde pequeño tuvo inquietudes y resabios, fue un soñador y fue altanero, quizás por eso grande que llevaba dentro, ese toque divino que Dios le da a los talentos y que los aparta de lo común, los lleva a otro paisaje, a otra imaginación del tiempo para lo sublime y para la historia.
En Roma pasó necesidades, casi hasta la mendicidad buscando una oportunidad para su arte, para esa inspiración con los colores, que lo hiciera para su mal o para su bien en esta tierra tan trágico y famoso.
Al principio no lo tomaron en cuenta, pero pronto descubrieron los conocedores de la pintura que se hallaban frente a un genio, frente a unos ojos que lo contemplaban todo, y con una manera que jugaba en su afán con los cromos y con los lienzos, con la luz y los contornos de las sombras como nadie antes.
Pero también le acompañaba un carácter áspero, irritante, se cree que por algún abuso sexual en su infancia, por alguna insana reacción psicológica que le marcó la vida para siempre y lo arrastrara después a ser soberbio e impulsivo.
Hay un buen libro “Locos egregios” de Juan Antonio Vallejo-Nágera, donde este escritor lo retrata en su literatura junto a otros artistas desquiciados, perturbados como lo fueron Benvenuto Cellini, que en 1534 mató a un hombre, o Leone Leoni que siendo uno de los mejores escultores de la época fue acusado de estafa, y más tarde de atacar a Pellegrino di Leuti, joyero del papa, lo cual por poco le cuesta la pérdida de una mano frente al verdugo. Y digo esto porque fueron genios unidos al delito, hombres virtuosos en sus artes que no pudieron desatarse de sus taras, y que a pesar de eso pasaron a la historia por sus obras.
A Caravaggio con sus defectos humanos lo persiguieron los celos malignos de los adocenados, de los mezquinos, aquellos que desde el fondo de sus complejos, desde su fango solo saben criticar las alas, todo lo que brilla, como el sapo y la luciérnaga en la fabula que nos presenta José ingeniero en su libro “El hombre mediocre” en el capítulo sobre la envidia, y esto lo hizo aún más refunfuñador y susceptible.
En un fatídico duelo mató a un hombre y tuvo que escapar a la isla de Malta para evitar ser apresado y condenado, allí también tuvo problemas por su manera obstinada, por su terquedad a no pensar en las consecuencias y también se le hizo preciso escapar, pero ya aquejado por la malaria que lo hacia toser constantemente, y ya sin fuerzas para seguir con normalidad murió abandonado en una playa a los 37 años.
Son muchos sus cuadros, sus oleos que perduran y demuestran su destreza, su estilo para captar la imagen, los perfiles.
En su tiempo se decía que usaba prostitutas y gente de mala vida para modelos y esto tal vez sea verdad, pero de lo que no existen dudas es de su excelencia ante las telas y sus pinceles, y esto se comprueba cuando se contemplan oleos como “La crucifixión de San Pedro”, “El niño con el cesto de frutas” o “ La muerte de la virgen” entre otros que pueden verse por Internet, en fin, que hoy se le estudia no por su carácter si no por sus obras y por aquél estilo de fondos oscuros en muchos de sus cuadros llamados “Tenebrismo”, que llevó con su tenacidad y con su tormentosa vida a su máxima expresión.
Y ahora mi poema...
¡Aplausos!
ResponderBorrarEs que el Arte no tiene nada que ver, con la forma de ser del artista. No por ser artista tiene que ser ejemplo de multitudes. Y como él, tenemos a célebres escritores, novelistas dipsómanos, rompiendo normas de una sociedad que se da de moralista. Mas bien el acogerse a esas normas púdicas societales para destruir u obnubilar la grandeza del arte, solo denota limitación, ignorancia y pobreza. Caravaggio sobresalió al combinar en sus pinturas rasgos físicos naturales con los emocionales; siendo el fundador de la Pintura Modernista; bien dicen muchos biógrafos: "Sin un Caravaggio, no hubiera existido un Rembrandt"
Su destreza pictórica era tal que no hacía bocetos, de frente pintaba el lienzo; lo que establecía una marcada diferencia con Da Vinci que demoraba años para pintar sus creaciones; pues, Caravaggio las hacía en muy corto tiempo. satirizando convencionalismos tanto de la religión como de la monarquía. Su arte toma auge con la Contrarreforma.
¡Interesantísimo, interesantísimo!
Un tema excitante, vibrante, grandioso que me encantó leer!
Uf! Muchísimas gracias mi buen amigo!!