Soy un hombre de ayer...
Soy un hombre de ayer que no me adapto
a ser peón de una corriente burda
tal vez en mi razón por no estar apto
para aceptar una existencia absurda.
Los tiempos cambian, todo involuciona
lo mediocre nos gana la batalla
todo lo que es honor hoy se abandona
ante el paso fatal de la canalla.
No hay Fidias esculpiendo sus estatuas
ni se admira el pincel de Tintoretto
gira la incomprensión en esas fatuas
visiones donde muere hasta el respeto.
No existen Calderones de la Barca
no hay musa de Alfonsina ni Cervantes
y menos los sonetos de Petrarca
que hacían las lecturas deleitantes.
Se nos fue Darío y también Heredia
Quevedo se nos fue, Lope de Vega
y quedó para colmo en la tragedia
lo ordinario en las letras que hoy anega.
Soy un hombre de ayer, de otros momentos
de otra pasión antigua en sus fulgores
soy un hombre de ayer con pensamientos
que añora de otros tiempos los valores.
Ernesto Cárdenas.
y
quedó para colmo en la tragedia
lo
ordinario en las letras que hoy anega.
En tu poema vemos que se aplican las coplas de Manrique: "Todo tiempo pasado fue mejor" Y ciertamente, hoy por algunas cosas que nos asombran, podríamos decir lo mismo. Mas recordemos, en el CAMBIO está el progreso; en trabajar en lo que ya está establecido; aunque este principio está adjudicado a la personalidad de cada individuo. Bien, creo yo, podríamos tomarlo como referencias y hasta como modelos, para continuar lo que nos parece excelso. Acaso lo logremos, acaso no.
ResponderBorrar¡Magnífico discurrir poético mi buen amigo, el mismo que aplaudo y en algunas referencias coincido!
Muchísimas gracias querido Ernesto!