Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Grandemente descriptivo ese desánimo de un abandono!
ResponderBorrarLa sinécdoque que me ha impresionado es la del perro, bueno lo haces en estrofas anteriores de manera magnífica como con los gusanos, moscas y hasta con el estiércol de las aves para finalizar con broche de oro, con lo que menciono:
Marchando a solas sin hallar los modos
de escapar del calvario y de mis yerros
como un fantasma apenas para todos
que al andar no le ladran ni los perros.
Estupendo amigo!
Impactan estas letras porque es así como uno se siente y tras sentirse así, surge lo que tú dices, como de "yapita"
recibo para colmo en mi cabeza
hasta el acuoso estiércol de las aves.
Me hiciste sonreír, pero es verdad, cuando uno está de malas, todo sucede.
Genial mi querido Ernesto!
Me encantó, gracias y feliz sábado!