Meditaciones frente a una rana...

Viscosidad biológica en el verde
total en su humedad y en su lisura
y en una identidad donde se pierde
la idea de su elástica figura.
 
De su motivación entre el follaje
diverso donde encuentra su guarida
batracio que aprovecha el camuflaje
que puede dar la muerte o dar la vida.
 
Dar a su sangre fría los vigores
que expande para el salto y para el modo
de concretar su acción en los rigores
que abarcan su equilibrio como un todo.
 
En su habitad libérrimo y silente
del charco bien oculto y poco claro
buscando concretar en ese ambiente
refugio natural que le de amparo.
 
Y pienso al observar su anatomía
anfibia algún arcano donde encierra
detrás de su quietud una energía
oscura entre las aguas y la tierra.
 
Pues tiene algo distinto que descarta
alguna conexión con lo que oriundo
no logro asimilar porque la aparta
de toda relación con este mundo.
 
Por ser como un misterio, una evidencia
difusa entre la noche y su laguna
la puedo imaginar una existencia
llegada como un duende de la Luna.
 
Ernesto Cárdenas.

 

 

 

 

 

Comentarios

  1. Extrañaba ya tus versos y he aquí tengo el placer de disfrutarlos nuevamente.
    Una rana, una simple rana, motivo de tu numen, encerrando una analogía y una reflexión de vida. El misterio del instinto, de la conservación de la materia que es un hábito inconsciente de juzgar el mundo.

    Pues tiene algo distinto que descarta
    alguna conexión con lo que oriundo
    no logro asimilar porque la aparta
    de toda relación con este mundo.

    Por ser como un misterio, una evidencia
    difusa entre la noche y su laguna
    la puedo imaginar una existencia
    llegada como un duende de la Luna.

    ¡Grandioso mi entrañable poeta!
    Muchísimas gracias!!

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