Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
La última estrofa complementa excelentemente el poema. Un poema que nos deja pensando y comparándolo con el amor que sentimos. Aunque vemos que antiguamente por jeroglíficos y aún en la actualidad, al menos en las sierras peruanas, se da un amor medio salvaje, en el sentido que a "más me pegas, más te quiero" Yo creo que con la civilización, así como muchas cosas cambiaron, cambió también la forma de amar.
ResponderBorrarLo que publicas mi querido amigo, siempre me deja pensando, pues me haces comparar lo que escribes con lo que siento; y he ahí el encanto que subyuga de tus letras. Y estas letras las encuentro sumamente románticas, delirantes, encantadoras... Dicen que cuando el poeta escribe, sueña. Pues me haces soñar contigo mi querido Ernesto!
Muchísimas gracias, precioso poema!