Cada día...

Cada día en la mañana
mientras recorro el camino
voy mirando una ventana
que fue parte de mi sino.

De un retazo de mi vida
de otro instante sin retorno
de una historia, de una herida
que ya es parte de mi entorno.

El árbol con más follaje
frente al tiempo cruel que pasa
hoy va eclipsando el paisaje
del costado de la casa.

Donde todo en el detalle
es nostalgia y es lamento
y es tristeza de esa calle
antigua de otro momento.

De un recuerdo, de un reflejo
tras la ventana desierta
con mis lágrimas de viejo
y tus diez años de muerta.

Ernesto Cárdenas
 

Comentarios

  1. ¡Oh si! Si las lágrimas fueron cuantiosas en determinado ,momento; pues con los años y SOLO sin la compañera de tu vida, esas lágrimas se volvieron sepulcros de nuestros lamentos; por eso que los ojos en la senectud, se reflejan hundidos.
    ¡Maravillosas letras que impresionan,. impactan y deslumbran!!
    Muchísimas gracias, por estas joya literaria!

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