Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Soy tu mirada clara y tu sonrisa
ResponderBorrarquien dio a tu identidad certificado
soy la ternura fiel que se precisa
y en verdad lo mejor que te ha pasado.
Un final que deja pensando, porque guarda, en cierta forma, muchísima razón!
Yo pienso que así como los animales buscan cada uno su pareja, de igual el hombre; no en el sentido de hombre y mujer para aparearse, sino que se abren muchas puertas afines por las que ambos desean cruzar, porque se identifican, coinciden en gustos, en este caso en una poesía algo ya avanzada. ¿Por qué? Porque ambos ven que hay elementos valiosos o útiles para aprender y en conjunto avanzar. Esto desde luego, involucra empeño, entretenimiento, placidez para finalmente lograrse un cambio.
¡Maravillosas cuartetas bastante asertivas mi querido Ernesto!
Claro está se refiere al amor, mas el amor se da de diferentes maneras!
Aplausos!!
Un abrazo