Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Certeros dísticos sobre la vida y sus ordenanzas!
ResponderBorrarNada cambia, nada varía en términos generales, el mundo vive su rutina y la tierra gira en su elíptica, mientras la luna danza en el espacio alrededor de su amiga. El río con su recorrido brioso, loco agitado, deslumbrando a las hierbas de sus riberas que aclaman su paso. Llega la noche, amanece el día y la tarde solaza, incitando al crepúsculo mientras el hombre con sus alegrías y penas, hoya su sepultura para dar paso a las nuevas criaturas.
¡Ah amigo mío, has escrito con tal excelsitud que contagiaste de poesía mi alma lirica!
De principio hasta el final, deslumbró tu sabia pluma con verdad!
¡Maravilloso!
Me encantó, muchísimas gracias!!