Se duplica...


Se duplica la manía
de envolverte en mis antojos
aunque termine en despojos
lo intenso de mi osadía
por esto que desafía
las leyes y las razones
los sueños y los leones
que agitan la turbulencia
sin frenos tras la demencia
roja de las tentaciones.
 
Que me arriman a la forma
bonita de tu paisaje
y al ardor de éste coraje
que sin ti nada conforma
y se escapa de la norma
para alterar los colores
de los gratos esplendores
entre la piel y la lumbre
donde el gemido es costumbre
en medio de los temblores.
 
Se duplica con las ganas
la rabia y la efervescencia
que le da correspondencia
a mis ansias sobrehumanas
a éstas furias espartanas
que en mi delirio acarreo
apurando ese bojeo
rotundo de la inmodestia
donde aparece la bestia
lasciva de mi deseo.


Ernesto Cárdenas.
 

Comentarios

  1. ¡Oh, qué poema mi querido Ernesto! Madre mía, me has hecho delirar entre versos, para quedar deslumbradísima en el último. Fui yo la que terminó en despojos liricos, pensando ahora qué escribo para tan solo equiparar la excelencia de estas increíbles letras!
    Mis aplausos frenéticos y prolongados mi grandioso poeta!!

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