Soneto al Amor Prohibido

 Soneto al Amor Prohibido

 

Que se doblen cimientos de amores permitidos

que se olviden principios del prohíjo sin maña

que por ardor de fuego que en llamas enmaraña

me someto al instinto ignoto de prohibidos

 

Y es que, ardiente llegas a rigores vencidos

y enarbolas tu estampa, cubriendo mi montaña

vienes por caz de río ¡Despertando mi entraña!

Con tus brillos de magia, a mis valles dormidos

 

¡Ah! Críptico varón   ¡Yo sé que no hay auroras!

Ni el indumento blanco, ni azahar en iglesia...

¡Solo un soñado altar en mi valle de quereres!

 

Mas es tan bello ser  ¡Tu Afrodita de Grecia!

La que emerge de espumas en pasionarias horas...

la que sin ser tu esposa, ¡Te colma de placeres!


Beatriz Vicentelo

 

 

Comentarios

  1. Elegante, claro y bueno, cómo me gustan los poemas, directos como un dardo sobre el blanco, de verdad que este me gusta, y voy a tratar de copiar los que me van gustando, a los que les doy un 10, siempre hay uno más que otro en preferencias, en los gustos particulares.
    Eso de Grecia, y Afrodita emergiendo de las espumas te quedó fantástico. 
    Esas notas de la mitología clásica  no las escribe nadie en el foro, solo alguien que sabe escalar cordilleras y no se queda abajo, que no quiere huellas en la tierra, sino entre las nubes como las águilas.


    Ernesto C.

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