Ausencia
Ausencia
-Dodecasílabo-
Ay cómo duele el abrazo de la ausencia
la despedida en la puerta corrediza
la penumbra en soledades de querencia
el destierro de los besos a ceniza
Se abandera la derrota de avenencia
estrujando pretensión escurridiza
no hay luminiscencia en vuelos de frecuencia
solo un vacío que abruma y fosiliza
Y se impetra con el llanto acuclillado
huir de cárcava cruel que nos desalma
aunque prosiga el dolor parapetado
en la mente contumaz sin paz ni calma,
¡Sin poder borrar recuerdos del pasado!
Aparentando que está tranquila el alma
Beatriz Vicentelo
Impetra: Autoriza
Cárcava: Hoya, concavidad, fosa
Hay ausencias que en verdad son como salmos del ayer, no se olvidan porque presentan sus recuerdos gratos, sus emociones hasta en los rincones más recónditos de la mente, hasta en el más mínimo pensamiento que traiga una reminiscencia del pasado.
ResponderBorrarPero hay otros que se desean, que se piden, se ruega porque no sucedan, porque no estén presentes. Son los que nunca quisimos haber conocido, los que de solo pensarlos semejan espinas, filos que dejan sangres, o como una brasa cuya cercanía chamusca y deja quemaduras en el alma.
Aunque tu poema parece que tiene mucho que ver con el primer párrafo, con algo bonito que se extraña, se rememora porque te dio una paz o te dio una calma.
Buen tema, como otros tuyos, donde la elegancia viene junto a la reflexión.
Ernesto C.
Claro, la ausencia de un ser querido, se siente y muchas veces hondamente; el hombre tiene entonces dos salidas: O se hunde en ese dolor de ausencia o se sale del hoyo sufriente de esa ausencia, aunque queda intacto e intocable en el recuerdo, para poder seguir adelante, como si nada estuviera pasando. Es que no podemos estar "lloriqueando" eternamente ante la gente, ante la gente debemos mantener una posición digna, aunque esté doliendo por dentro.
ResponderBorrarGracias mi querido amigo!
Besos