Nunca nos quisimos...

En verdad no me importa si me quieres
o nunca me quisiste con los años
porque soy la indiferencia, no me hieres
ni sufro por amargos desengaños.
 
Tampoco yo te quise, soy sincero
lo nuestro fue una unión sin los colores
de un amor que supimos pasajero
y terminó asfixiado en sus errores.
 
Cada cual natural tendrá su senda
su modo de escribir su propia historia
y libres desatar al fin la rienda
del alma en una acción confirmatoria.
 
Porque estamos conscientes que el olvido
hace tiempo llegó con sus abrojos
para poner la escarcha sobre el nido
y descorrer la venda de los ojos.
 
Y es bueno si es cordial la despedida
rompiendo del ayer antiguos lazos
para encontrar al hombre de tu vida
y yo el amor genuino en otros brazos.
 
Ernesto Cárdenas.

Comentarios

  1. Y es bueno si es cordial la despedida
    rompiendo del ayer antiguos lazos
    para encontrar al hombre de tu vida
    y yo el amor genuino en otros brazos.

    Una aclaración versificada algo dolorosa; pero qué pudiera haber sucedido para terminar de esta manera una atracción agradable? El amor indiscutiblemente tiene sus misterios; yo pienso que acaso no existe tal misterio, simplemente que no se atrevieron a hablar con sinceridad, suponiendo que ninguno de los dos, tenía compromiso. Porque ya un compromiso de cualquiera de los lados, mengua, corta todo posible entusiasmo.

    ¡¡Grandioso poema, con un tema atrapante, donde siempre destaca la elegancia idiomática así como la excelencia estructura!!
    Me encantó mi querido Ernesto!!
    Un abrazo!

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