Amores sin luces...

Para esos amores, para los que pensamos fueron nuestra razón de ser, nuestra verdad, y que luego descubrimos no eran tales, que fueron espejismos, que nunca tocaron fondo en nuestros sentimientos, y que abrazamos confundidos en el sopor de un sueño que más tarde se tornara en sombra.


Corazones que al paso desafían
las cosas naturales tras lo abstracto
corazones que ciegos se extravían
y van en su ficción a lo inexacto.
 
Que dan lo que les mueve como un hecho
como algo en la firmeza de su ruta
que marchan en su error por algún trecho
que luego los sacude y los amputa.
 
Porque lo entregan todo con el paso
por un itinerario sin esencia
y entonces ya al final frente al ocaso
comprenden que no hay luz ni coincidencia.
 
Al comprobar hastiados que algo falta
algo para ser rima permanente
algo sin emoción por donde salta
el tedio como un grito de la mente.
 
Por confundir la estrella, lo importante
atados a la noche de otra idea
por entender que aquello era un instante
que se volvió de sal tras la marea.
 
Porque se dieron cuenta que el camino
tomado conducía a lo incorrecto
hacía otra tensión, otro destino
que solo dejó sombra en el trayecto.
 
Y es que no siempre fue feliz un sueño
ni se alcanza total el infinito
esa pasión que hace sentir pequeño
al mundo para amar hasta en el grito.
 
Porque un desliz entristeció una fecha
que solo en el silencio se resume
como un surco sin lluvia y sin cosecha
que nunca tuvo flor ni dio perfume.
 
Ya que se nota un día que era falso
aquello que arropara la confianza
por un impulso que arrastró al cadalso
más tarde lo que fuera una esperanza.
 
Corazones que ataron  su victoria
a un sopor que fue sonrisa de una hora
corazones hastiados por la historia
de un dolor sin piedad que hoy los devora.
 
Por una sinrazón, una ironía
pasada de un azar en donde atamos
entera la emoción a una utopía
tras alguien en verdad que nunca amamos.
 
Ernesto Cárdenas.

Comentarios

  1. ¡Excelente poema que declara equivocaciones por apresuramientos. El amor no es planificado ciertamente, es espontáneo; pero por más espontáneo que sea, siempre muestra indicios que debemos observar si nos conviene o no.

    En estas situaciones lo que salta en relieve es que nos dejamos llevar por la apariencia, sin tratar de ver el fondo, por la premura de una ilusión que de hecho nos fascina, encegueciéndonos y que no es más que un entusiasmo momentáneo. Y muchas veces hasta nos casamos para después darnos cuenta de la real manera de ser, del supuesto galán del cual nos enamoramos.

    Certeras letras señor poeta, sinlugar a dudas un grandioso poema!
    Gracias

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