Cóndor y Loba

 

Cóndor y Loba


 Yo me recliné en tus hombros

me hallaba desconsolada

y fueron alas de apoyo

¡Amplitud que ladeabas!

Lejos de sentir zozobra

tu plumaje cobijaba

Tú cóndor, yo loba arisca

nos miramos cara a cara

ni iluminación de lunas

hubiera sido más grata

Tus miradas con premura

apuntaron mis mañanas

cuya prudencia decía

¡Que debía guardar calma!

Si, yo supe de tus hombros

supe qué representaban

y acepté entonces el reto

¡Decidí ir a tus nevadas!

 Yo loba de agrestes riscos

tú elato cóndor de mañas

yo con la furia de lobos

tú con puntas de escarpadas

Y esa noche... ¡Ah aquella noche!

Fue locura pronunciada

yo dejé fuera  colmillos

tú despojaste tus garras

y esa noche de suspiros

¡Fuiste gato y yo la gata!

¡Sin espadas ni cuchillos!

Sin maldiciones ni rabia

sin ser  uno más que el otro

solo mutua unión de entrañas

con pólvoras del deseo

¡Explotando en nuestras ansias!

Tu rasgaste mis vestidos

yo te rasgué las espaldas

diste a mis labios de vino

tus mieles de piel gitana

y formamos un nidito

de montaraces que aman

 

No tardó mucho el instinto

dar la verdadera cara

y tú ave, al fin y al cabo

alzaste tus amplias alas

sin pretextos, sin motivos

¡Te llevaste mis mañanas!

Se alzó mi aullido agraviado

Por las cimas de montañas

¡Entre penumbras de espectros!

¡Con sombras ensangrentadas!

Con el corazón herido

punzado por tu estocada

 Mas al bajar por laderas

de lo que antes fue mi casa

¡Así loba como soy!

¡Se me empequeñeció el alma!

No pudo cuenca de ojos

cortar mi río de lágrimas


Beatriz Vicentelo

 

 


Comentarios

  1. Una mezcla híbrida entre la loba y el cóndor, donde entre plumas y aullidos dieron cauce a un desafío, a una unión donde perdieron frenos los deseos para escalar un Aconcagua de emociones.
    Tiene mucho ímpetu lo que has escrito, tus letras que demuestran en cada estrofa un manantial de sensaciones, algo grato que no se sacia, que pide más, más leña para esa fogata del alma.
    Extenso pero claro tu poema como un día de sol.

    Ernesto C.

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