Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Lo lóbrego, lo oculto, lo execrable
ResponderBorrarla inercia, lo inconexo a la mirada
el vértigo, el arcano, lo insondable
cerrado de un epílogo y la nada.
¡Fabuloso final en este magistral poema estructurado en glamorosos serventesios! Brota la palabra culta, la imagen selecta, el conocimiento radiante y pleno!
La sombra es el recordatorio desde que nacemos, que somos materia y como materia nos extinguiremos, donde ella no tendrá razón de ser!! Desde nuestro nacimiento, la vida nos anexa su mensaje de muerte indicándonos que está perenne con nosotros.
Tremendo poema mi buen amigo!
Mis venias de reconocimiento!
Muchísimas gracias