Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Certeros como deslumbrantes versos forjados con la pluma de la sabiduría. Ya que mirar atrás solo debe ser para tomar el pasado como referencia, acaso recordar vivencias hermosas; mas no es nada bueno, estancarnos en él.
ResponderBorrarEstos maravillosos versos nos hacen recordar a Jorge Manrique con su célebre poema donde dice: "“Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar....” El añoro y sufrimientos como alegrías transcurren con el tiempo para finalmente llegar a la resignación y al olvido. Somos una nada, mas una nada que siente.
Desde el inicio hasta ese magnífico final que compendia todos los versos anteriores hacen que este poema refulja brillantemente en su forma y contenido!!
Muy bello y sabio mi querido Ernesto!
Muchas gracias