Tocan a mi Puerta

 

Tocan a mi Puerta...

Hay un madero ordinario entumecido

con un clavo oxidado ante mi puerta

llave de incertidumbre cuelga cierta

con un gimo impotente refundido


Afuera frío silencio disuadido

por la noche que atisba muy despierta

espera con asaz paciencia abierta

si corro pasador,  si abrir decido


¡Ah madero! Ya tanto te has mostrado

que te puedo tallar de lado a lado

¡Eres mi postrer lecho, ruin sin luz!


¡Aquel heraldo negro de Vallejo!

Donde se podrirá este pellejo

¡Con tu clavo asesino de Jesús!


Beatriz Vicentelo


Comentarios


  1. Bueno tu poema y con filosofía añadida, bueno para ver tu arte, tu buen decir entre las rimas…

    “Hay un madero ordinario entumecido
    con un clavo oxidado ante mi puerta
    llave de incertidumbre cuelga cierta
    con un gimo impotente refundido”

    Y esta cuarteta está para ponerla en un marco, por lo que dice, y por tener melodía implícita desde la primera palabra hasta la última, y por no tener nada trivial en lo que plasmas.
    Si algo, entre otras cosas admiro de tu poesía, es que no existen puntos ciegos en la idea, la desarrollas bien y sin cacofonía, sin palabras trilladas, como si en cada estrofa pusieras tu empeño, tu alma para que todo salga con excelencia, con lo mejor que anida en ti.
    Es bueno compartir contigo porque todo en tu poema es especial, digamos que excepcional en lo que expresas... y eso me agrada.

    Ernesto C.

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