Sin variar...

Sin variar la recuerda en su rima, en su almohada
terco al fin intentando hacer luz de la nada.

En la angustia sin pausa de esas noches terribles
donde todo le grita que recorre imposibles.

Que su ruta es la ruta de una fe sobrehumana
de un dilema en la sombra que no tiene mañana.

Sin embargo prosigue incansable un presagio
otra vez obstinado repitiendo el naufragio.

De un sopor testarudo que lo envuelve y lo agita
que duplica el martirio de un rigor que le grita.

Que su lucha no tiene para el caso sentido
que su historia es la historia de una rama sin nido.

De algún un río sin nombre de un lejano lugar
que no pudo en su empeño desplazarse hasta el mar.

Sin variar la recuerda y no cesa la lucha
de su recia batalla donde loco no escucha.

Esa voz del destino recordándole aquello
que le cierra la puerta y le opaca el destello.

Para ser tras la causa de su amor asechando
una historia, un cadáver que la sigue esperando.

Ernesto Cárdenas.

Comentarios

  1. "Que su lucha no tiene para el caso sentido
    que su historia es la historia de una rama sin nido"

    Esta metáfora me pareció impresionante, llega al sentido clara e imponente!

    El tema, es una espera. Esa espera en un laberinto de sentires, una espera que no espera, sin embargo "acaso" puede esperar "algo" que tímidamente se ha proyectado en el subconsciente, todo un "quizá" flotando en estos magníficos pareados!!

    ¡Interesantísimos dísticos donde claramente se siente esa batalla interna de querer y no poder o no deber! Si, grandemente interesante!!

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