Inteligencia
Inteligencia Del valle a la montaña, del bardo a los cantares de los ojos al alma, de invierno a primavera un torrente aromado de amor con azahares nos abraza al nacer, digna terrestre esfera Sin conocer su nombre, percibimos su esencia en una mujer madre amorosa, abnegada y el torrente de dicha magna..., ¡Ilimitada! nos cubre con su linfa jamás interesada Y por él vino un Dios a salvarnos deste mundo Un mundo donde creció, infante ora necio quien con…, ¡Su propio barro macilla su odio inmundo! ¿Qué ansía aquel empeño? ¡Poder! ¡Publicidad! ¿A costa del repudio, asqueo, del desprecio? ¡Qué inteligencia triste de estulta facultad! Beatriz Vicentelo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarBueno es un poema bastante claro, escrito con maestría, ello es innegable, como criticable igualmente porque a qué vendría la aclaración?
BorrarEn fin, de todo vemos en esta Viña del Señor, veamos ahora, si acaso le importa a la destinataria; puede ser que ella haya cambiado porque se adelantó al conseguirse otro amor distinto al tuyo y por consideración y decencia no te lo haya dicho; y ese debe ser el real motivo por el cual ahora la ves diferente. Un consejo aunque no me lo pidan, nunca debe estar uno seguro de nada.
No obstante, COMO POEMA, está excelentemente escrito
Felicitaciones poeta!
Muchísimas gracias