Delirio de un Beso

Delirio de un Beso

 

Hay en la mente aromas del beso reprimido,

con un crisol perlado de zíngara añoranza,

que a sesgo de gaviotas en vuelo bendecido,

 abre paso estelando su fragor de esperanza

 

Surgen cintas de yerbas en lazo florecido,

doblan altas campanas con fastuosa elegancia;

y un girasol, al viento curioso estremecido

advierte grial de cristos, con bordes de constancia

 

¡Ah beso de suspiro, platónica dulzura!

De dimensión celeste, de fiel credo sagrado;

que en obsidiana copa, sutileza provoca

 

Transmite cuando llegues, que con tenaz premura

espero que mi beso, traspase con agrado

el delirio en deseo posándolo en su boca.

 

Beatriz Vicentelo 

Comentarios

  1. El beso, el beso puro que se espera o que se da, o el otro oscuro de Judas que traiciona, son dos maneras sobre un mismo tema, que es como decir las dos caras de la moneda, pero en tu poema se refleja la claridad de la memoria hecha deseo, que es como el alba luego de la noche, como una proyección del sentimiento que también fue cosa del pasado, porque el beso es milenario, y es necesario para las pasiones, para la existencia como un rayo de sol.  

    Otro de tus sonetos que me gusta, y es lástima que no los anotara, porque ya van algunos excelentes que destaco como este.

    Hermoso…  Ernesto C.

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    Respuestas
    1. No importa que no los hayas anotado mi querido Ernesto, lo que importa es que te hayan gustado. Al haberte gustado, ya mis poemas quedaron registrados en el concepto donde me tienes como poeta. Ello es valioso para mí!
      Muchísimas gracias por tan agradable comentario!

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